lunes, 25 de agosto de 2008

Explosión Para Dos - Ejercicio de Escritura

A veces, como ahora, la Musa se va con otro y me deja abandonado por mucho tiempo. Entonces retomo los ejercicios del Taller de Escritura. Aquí va uno...
Hacer un cuento corto que contenga las siguientes palabras:
pelotazo - transitorio - veloz - alegre - coche - rojo - sexual - bomba.
Y el resultado, un poco traído por los pelos, es este:

Explosión Para Dos

Mientras se aparcaba en la estrecha cochera y apretaba el botón que cerraba la puerta metálica, se preguntó si en realidad aquello no iba marchando a un ritmo muy veloz, si acaso no estaba dejándose llevar más por el instinto que por las ganas de acompañar su soledad. Tan solo de verla la primera vez había sentido como si le hubieran dado un pelotazo en la cabeza, estaba aturdido y sentía una gran ansiedad de estar con ella aunque aquello implicase todo el riesgo del mundo, sobre todo después de las alertas que había recibido últimamente.

Ella a su vez recordaba, mientras se bajaba del coche, que al verlo la primera vez de frente le habían temblado las rodillas, la voz y la voluntad, en ese orden, y supo desde ese instante que sería suya irremediablemente. La misión que le habían encomendado era otra, pero tuvo que dejar de lado los ideales políticos ante la presencia de aquel hombre que la hechizaba y la ofuscaba. Sabía dentro de sí que aquello no sería un deslumbramiento transitorio, sentía que tenía que entregarle su alma y su cuerpo, aunque esto le trajera problemas si se enteraban los del grupo.

Mientras sus mentes repasaban los eventos de la tarde anterior, sus miradas se cruzaron de nuevo y en ese momento el volvió a sentirse aturdido y ella temblorosa, pero esta vez también sentían algo más. En el aire había un aroma de aventura y complicidad, él estaba alegre y ella lo sabía. Ella estaba serena y decidida y él lo sabía.

El se despojó de su camisa, ella dejó caer al piso su vestido rojo. El se despojó de sus temores, ella dejó caer al piso su vergüenza. El cortejo se redujo a posar las miradas correctas en los lugares correctos y en el momento correcto, el silencio del ambiente tenía una enorme carga sexual, y así fue cómo las miradas luego pasaron a ser caricias y estas a su vez se convirtieron en gemidos.

Ya en posición horizontal supieron lo que anhelaban saber: El sentía que su soledad estaba acompañada, ella sentía que le podía entregar su alma a aquel hombre. Fueron uno solo, acompasados fueron de jadeo en jadeo in crescendo hasta que él sintió la explosión que lo consumía.

Al día siguiente se leyó en los diarios: "Muere en atentado el senador Gutiérrez tras explotar bomba en motel."

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